En respuesta a:
26 de noviembre de 2016, por Cristianxsdebasedemadrid
Estimado/a amigo/a,
Aún estremece, después de casi siete años, la voz de este hombre realmente extraordinario. Su talla moral es ciertamente gigantesca. ¿No merece nuestro reconocimiento y nuestro agradecimiento? Algún parlamento del pueblo debería dedicarle en algún momento el homenaje que se merece. Personas de este temple son las que nos hacen más bella la vida y nos dan fuerza por seguir la pista de ideas tan radicalmente humanas.