Ante la carta del Observatorio cristiano de la Laicidad al Sr. Presidente del Parlamento Europeo

Ante la carta del Observatorio cristiano de la Laicidad al Sr. Presidente del Parlamento Europeo,

Las Cristianas y Cristianos de base de Madrid han tenido conocimiento de la carta dirigida por el Observatorio Cristiano de la Laicidad en Europa al Sr. Presidente del Parlamento Europeo en la que muestra su profunda disconformidad con la invitación cursada por esa Presidencia al Papa Francisco para intervenir pública y oficialmente ante el Parlamento Europeo.

Coincidimos con la postura de dicho Observatorio, por entender que una autoridad religiosa no puede ser recibida oficialmente con los honores debidos a un Jefe de Estado e invitada a dirigirse al Parlamento como un político. El principio de Laicidad que debe inspirar siempre la construcción europea, si quiere ser democrática, exige la plena independencia entre el poder civil y las confesiones religiosas, así como el respeto integral a la libertad de conciencia de todos los ciudadanos, sean cuales sean sus convicciones o creencias.

De otra parte, los cristianos tenemos ya muy asumido que los tiempos en que el Papa era considerado el Príncipe de la Iglesia hace ya mucho tiempo que quedaron atrás y que los valores éticos del Cristianismo sólo puede ser testimoniados desde sencillas posiciones de servicio, no desde instancias de poder.

Con ese espíritu nos adherimos decididamente a la postura del Observatorio Cristiano de la Laicidad en Europa que pide la clara y limpia separación entre las instituciones religiosas y el poder político dentro de las instituciones europeas.

Madrid, 15 de Octubre, 2014

Coordinadora de Cristianas y Cristianos de base de Madrid

ANEXO: Carta del Observatorio Cristiano de la Laicidad

Sr. SCHULTZ Presidente del Parlamento Europeo Estrasburgo

Sr. Presidente,

El Observatorio Cristiano de la Laicidad, una agrupación de asociaciones principalmente católicas francesas, desaprueba su decisión de invitar al Papa Francisco a expresarse oficialmente delante del Parlamento Europeo. No le incumbe esta tribuna cualesquiera que sea el valor eventual de sus propuestas.

Se trata de una ambigüedad voluntariamente mantenida por el papado y que Vd., con su decisión, refuerza y que permite al « soberano pontífice » presentarse, la oportunidad, bien como Jefe de Estado o como autoridad religiosa, en la confusión más absoluta de estas dos funciones.

El Estado del Vaticano no ha sido reconocido como estado adherido a la Unión Europea porque no es un estado democrático y las mujeres están excluídas de todas las responsablidades gobierno.

En cuanto a autoridad religiosa, el Estado del Vaticano sólo tiene la autoridad que le reconocen aquellas personas que aceptan vivir bajo esta autoridad. Su poder, si es éste el término correcto en el caso, lo que muchos cristianos e incluso católicos discuten, no puede extenderse más allá. La confusión entre el Estado del Vaticano y la Santa Sede debe suprimirse.

Los ciudadanos europeos laicos, católicos como nosotros, no están dispuestos a aceptar que una autoridad religiosa, por más prestigiosa que sea, se exprese en su nombre. Siendo ellos ciudadanos no son súbditos de un Principe de la Iglesia.

La libertad de expresión para todas las convicciones debe respetarse dentro de la Unión Europea. La libertad religiosa forma parte de la libertad de conciencia individual y de las libertades civiles en general. Pero en algún caso el Papa, al ser sólo una autoridad religiosa no puede ser recibido oficialmente con los honores debidos a un Jefe de Estado invitado a dirigirse al Parlamento como un político. Su autoridad es de índole religiosa y no tiene legitimidad política. La soberanía pertenece al pueblo de los ciudadanos europeos de todas las convicciones y no a las organizaciones de convicciones, cualesquiera que sean. Éstas pueden ser consultadas en el marco definido por los textos oficiales. Pero los responsables de las instituciones de convicción no serían llamados por el Presidente del Parlamento Europeo para ser recibidos, legitimados y escuchados de la misma manera que las autoridades políticas.

En cuanto organización laica, El Observatorio Cristiano de la Laicidad pide la clara y limpia separación entre las instituciones religiosas y el estado dentro de las instituciones europeas. Esta es una de las condiciones esenciales que permitirá convivir a los europeos de todas las convicciones religiosas o no-religiosas.

Le ruego, Sr Presidente, reciba mis respetos,

11 de octubre de 2014 Jean RIEDINGER Secretario del Observatorio Cristiano de la Laicidad Observatorio Cristiano de la Laicidad - Tiempo Presente 68 rue de Babylone F 75007 PARIS

dirección de e-mail jean.riedinger@club-internet.fr