Que rule el amor
Esta gélida y húmeda mañana,
bajo un cielo gris, pesaroso,
hacía aún más rutinaria
la compañía taciturna, silenciosa
de tantas personas, compañeros de viaje
hacia su lugar de estudio o trabajo.
Caminando aún somnoliento,
al volver una esquina,
algo me alumbró la sonrisa,
y un destello cálido de esperanza
iluminó mi jornada.
Un grafiti sobre un muro impoluto
llamó poderosamente mi atención:
“Que rule el amor”.
Sí, que rule, que se apodere
de nuestros corazones,
y que inunde nuestra vida,
de generosidad e ilusión.
(Miguel Ángel Mesa Bouzas)